En las llanuras de Asia
La llanura de Asiria, atravesada por el Tigris, más rápido y torrencial que el Eufrates, tiene un clima más fresco que Babilonia, su vecina sel sur, tierra baja requemada por el sol y a menudo inundada por las aguas de los dos grandes ríos. Surcan esta llanura el Grande y el Pequeño Zab, que permiten regarla, aunque siempre las lluvias han hecho creer allí gramíneas de fácil cultivo pasto de cabras y de ovejas salvajes. En suma, el país asirio parecía destinado a una agricultura pingüe, asociada a la ganadería. Y de hecho fue allí donde, hace diez mil años, los hombres empezaron a darse cuentade que podían producir sus alimentos en vez de vivir precariamente como depredadores, según el modo de vida imperante en la humanidad paleolítica desde hacía centenares de milenios.
Pero este país de vocación agrícola iba a ver surgir y florecer sobre su suelo a un pueblo de guerreros, los asirios.
Los descubrimientos arqueológicos de las ciudades
La Europa clásica nunca tuvo de la tierra de Asur y de sus agentes más que un conocimiento muy vago. Las prestigiosas ciudades de Nimrud, Jorsabad y Nínive, situadas en la región delimitada por el Tigris y el Gran Zab, habían sido destruidas antes que los viajeros e historiadores hubiesen podido visitarlas y descubrirlas. No obstante, el estudio de los autores antiguos permitía distuinguir varios "imperios" asirios, que se habían sucedido desde el II milenio A.C hasta la caída y destrucción de Nínive (612 A.C.), celebradas algo más tarde por el profeta Nahum como castigo por su crueldad. La "gran ciudad" había entrado ya en la leyenda. El libro de Jonás refiere que eran tan gigantesca que se tardaba tres díasen atravesarla a pie. Concordar tales datos con los de los geógrafos griegos, que ni siquiera sabían bien en qué orilla del Tigris ubicar la ciudad, era toda una hazaña. Sin embargo, en la Edad Media, un rabino español, Benjamín de Tudela, situaba con exactitud las ruinas de Nínive en la orilla oriental del río, frente a Mosul. Había allí dos montículos, uno de ellos ocupado por un pueblo que llevaba el transparente nombre de Ninivah. Ese mismo emplazamiento fue confirmado en el siglo XIX por los inglese Rich, Layard y Rawlinson, y los franceses Botta y Place.
Botta, instalado en Mosul, se dedicó primero a explorar un gran montículo vecino a Ninivah: Quyundjik. Al no encontrar allí lo que esperaba orientó sus investigaciones hacia el pueblo de Jorsabad, a unos quince kilómetros. Emprendió las excavaciones por la cima y descubrió la parte inferior de dos murallas paralelas, separadas por una plataforma de seis metros de anchura.
"Tuve la satisfacción de ver que toda la superficie estaba cubierta de bajorrelieves, tanto más curiosos cuanto que algunos representan sin dudaalgún hecho histórico importante"
Botta creyó haber descubierto Nínive, pero en realidad se trataba del palacio que había construido en Jorsabad el rey Sargón II de Asiria (721.705 A.C), y que había sido en cierto modo el Versalles de este monarca. Pero faltaba por descubrir la "gran ciudad".
Este descubrimiento correspondió al inglés Layard. Tras explorar la zona de Nimrud, al sur de Mosul, donde encontró esculturas comparables a las de Jorsabad, Layard exploró la colina de Quyundjik y, más afortunado que Botta, topó, al sudeste del yacimiento, con el palacio del rey de Asiria Senaquerib (704-681 A.C), "hijo de Sargón". Este palacio, construido en Nínive por Senaquerib, fue reformado por su nieto Asurbanipal (6629-627 A.C.), que instaló allí su biblioteca: millares de tablillas de arcilla cubiertas de textos en escritura cuneiforme revelaban lo escencial del patrimonio intelectual de los asirios, tomado en gran parte de los babilonios.
Un joven e inteligente asiriólogo el inglés G. Smith, que emprendió la lectura de las tablillas de la biblioteca de Asurbanipal, tuvo la sorpresa de econtrarse con el texto de la narración del Diluvio, que en muchos detalles coincidía con el de la Biblia. Otras misiones inglesas acudieron después a Nínive a explorar las profundidades de la zona arqueológica y reconstruyeron las etapas formativas de la civilización asiria. Se supo que Nínive fue fundada en el VI milenio, y que fueron los nómadas amoritas, venidos del norte de Siria, los que otorgaron a Asiria su fisonomía histórica a comienzos del II milenio A.C.
Las investigaciones efectuadas por los servicios arqueológicos iraquíes han permitido encontrar un palacio-arsenal construido por Asarhaddón (680-669 A.C), hijo de Senaquerib.
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